martes, 8 de junio de 2010

Ganar un premio no sería una cuestión de suerte


Ayer por la mañana la Sra. Marcela fue premiada con un auto o km por haber comprado en el supermercado Carrefour de Villa Luro un paquete de papas fritas que contenía un cartón ganador. ¿Puro azar?
Como suele hacer todos los lunes, Marcela realizaba sus compras en el supermercado más cercano a su casa. Mientras recorría las diversas góndolas notó la presencia de un hombre vestido de traje que la observaba insistentemente. Un tanto incómoda siguió su recorrido habitual hasta llegar a la sección de snaks. Al tomar un paquete de papas fritas el hombre trajeado se le acercó para persuadirla de que escogiera una marca distinta. El producto que le ofrecía se hallaba en promoción y tras hacer un rápido cálculo, Marcela accedió a cambiar su elección. Tomó el paquete que el hombre le entregó y siguió su camino. Al finalizar la compra, se dirigió a la caja registradora. Junto con un grupo de hombres igualmente trajeados la esperaba aquel señor, quien pidió a Marcela abriera el paquete de papas fritas puesto que dentro encontraría un cartón para raspar. Extrañada, tomó del paquete el cartón, lo raspó y leyó en voz alta: “AUTO O KM”. Tras verificar la información, el hombre la felicitó por haber tenido la “fortuna” de elegir el paquete ganador.

Así pues, ganarse un premio no parece ser una cuestión de suerte. Luego de contarme esta historia, Marcela me confiesa su mayor curiosidad: ¿qué habrán tenido en cuenta estos hombres para decidir que yo era la elegida?

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